El abuso financiero de los adultos mayores es complejo. A veces, las personas que se aprovechan de los adultos mayores pueden ser personas de confianza que administran el dinero de sus padres, parientes o amigos. Si personas intervienen para administrar las finanzas de una persona mayor, algunos podrían intentar aprovecharse tomando dinero o activos para sí mismos.
Es posible que la persona que maneja el dinero de un adulto mayor no cubra sus necesidades, como alimentos, ropa, vivienda o atención médica, poniendo al adulto mayor en riesgo.
Las personas que tienen la obligación legal de administrar el dinero de otra persona incluyen a los agentes con un poder, fideicomisarios, guardianes y tutores, representantes de beneficiarios del Seguro Social y fiduciarios de Asuntos de Veteranos (VA). Para obtener más información sobre estas responsabilidades, visite protecttheirmoneytx.org,espanol/. En otros casos, el perpetrador puede no tener derecho legal a administrar el dinero del adulto mayor. Alguien puede tomar la propiedad del adulto mayor presionándolo o mintiéndole para ganarse su confianza.
Desconocidos o los miembros del equipo de atención, los vecinos o los visitantes también pueden ser perpetradores. Si bien la mayoría de las personas que ocupan puestos de confianza son dignas de la confianza que usted deposita en ellas, debe actuar con rapidez si alguien viola esa confianza.
La historia de Alma
Imagínese que Alma decide nombrar a su sobrina como agente bajo un poder legal para ayudar a pagar las facturas de su hogar de ancianos. En cambio, la sobrina usa el dinero de Alma para pagar su propio alquiler y artículos personales. El asilo de los adultos mayores de Alma le dice a Alma que van a pedirle que se mude porque las facturas de Alma no se están pagando.
Se entera de la situación y se comunica con los Servicios de Protección al Adulto de Texas (www.dfps.texas.gov/Espanol/Servicios_de_Proteccion_al_Adulto/default.asp) y con el ombudsman local de cuidado a largo plazo (hhs.texas.gov/news_info/ombudsman/) (en inglés). La policía se involucra para investigar, detener el abuso financiero y acusar a la sobrina de Alma de robo. Los Servicios de Protección al Adulto también inician una investigación y detienen el desalojo de Alma de la casa mientras la investigación está en curso. Alma y su familia trabajan juntos para elegir a una persona de confianza que la ayude a administrar el dinero de Alma, y Alma puede pagar sus facturas y permanecer en su hogar
de ancianos.